El billetero de la Secretaría General de Pesca no ha estado tan abultado en todo el último decenio como lo estará en el 2022. No es solo que el presupuesto aumente un 12,5 % con respecto al de este ejercicio. Es que, además, sumando los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia -orquestado con los Next Generation con los que Bruselas ha inoculado en la economía contra el covid-, el departamento que dirige Alicia Villauriz dispondrá de 121,2 millones de euros -un 63% más- para «acompañar al sector en la recuperación» pospandemia y, de paso, asegurarse de que España siga «siendo el líder de la pesca a nivel comunitario».
La receta que plantea Pesca para la curación del sector actúa en tres frentes: ciencia, control y vigilancia pesquera y mejora de la comercialización. Porque «no solo es pescar más, sino pescar mejor y con el mejor resultado económico posible, y es por vía de los planes de producción y comercialización de las organizaciones de productores pesqueros (OPP) por donde vamos a conseguirlo», dijo Villauriz. Tan convencida está que la cantidad de apoyo a estas entidades crece un 125 % con respecto a anteriores presupuestos para rozar los 14 millones de euros.
Dotarse del mejor conocimiento científico es otro de los remedios que se aplicarán para tratar de fortalecer al sector pesquero. No se trata solo de cumplir los preceptos de la política común de pesca (PCP), que obliga a fundamentar las decisiones de pesca en base a datos científicos actuales, sino para armarse de razones a la hora de defender posturas propias sobre totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas tanto, en Bruselas como en otros organismos internacionales. Ese empeño ha elevado un 11 % la dotación del programa dedicado a la protección de los recursos pesqueros y desarrollo sostenible, hasta los 18,27 millones de euros (30, con los del mecanismo de recuperación).
Once millones se dedicarán a las campañas de investigación en los tres buques de la Secretaría General de Pesca, para los que se han presupuestado 23 campañas para las que se aumentará de 65 a 70 el personal. Y un millón se asigna al buque de cooperación Intermares, para impartir formación náutico-pesquera tanto dentro de los límites nacionales como en terceros países.
Convenios con entidades
No llega al millón de euros, pero los roza el presupuesto dedicado a mejorar la observación científica y acaricia los cinco millones el importe que se reserva para firmar convenios de colaboración con el CSIC-IEO (Instituto Español de Oceanografía), AZTI y universidades para mejorar los dictámenes científicos, monitorización de cetáceos, aplicación de la inteligencia artificial a la obtención de datos, adaptación al cambio climático y para la búsqueda de nuevos modelos matemáticos que aplicar al asesoramiento científico.
La tercera pata es la inspección y vigilancia. Porque «si no se controla la flota, no hay seguridad» de que se estén haciendo las cosas bien para alcanzar la sostenibilidad de los recursos. Por eso, en este aspecto la apuesta también es fuerte. Araña buena parte de lo reservado al programa de mejora de estructuras y mercados, dotado con 45,6 millones (un 13 % más).
A 36 millones se va la inversión en control de la flota y en lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU) en la que también quiere seguir a la cabeza. Así es que, con los fondos de recuperación, Pesca pretende dotarse de cuatro nuevas patrulleras de altura y modernizar otras tres.
Textos y fotos: La Voz de Galicia